Patologia Sistemica ( P-VZ05)
martes, 5 de noviembre de 2013
miércoles, 14 de agosto de 2013
PRESENTACION SISTEMA RESPIRATORIO
ESTE ES EL LINK PARA TENER ACCESO A LA PRESENTACION EN POWERPOINT DEL SISTEMA RESPIRATORIO.
http://es.slideshare.net/jorleonvergara/presentacin-sistema-respiratorio
http://es.slideshare.net/jorleonvergara/presentacin-sistema-respiratorio
martes, 13 de agosto de 2013
Enfermedades vias respiratorias superiores
Enfermedad
En Salud y
medicina > enfermedad
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Enfermedades
de las vías respiratorias superiores
Las vías
respiratorias superiores o altas del aparato respiratorio comprenden a aquellas
estructuras que conforman el tracto recorrido desde la cavidad nasal hasta los
bronquios. Se conocen como vías aéreas inferiores a los bronquiolos
respiratorios y alvéolos pulmonares.
A
continuación se pretende hacer una revisión sencilla de las principales enfermedades que afectan a las vías superiores, haciendo
hincapié en la medicina veterinaria.
CAVIDAD
NASAL Y SENOS PARANASALES
Epistaxis
La cavidad
nasal se encuentra ricamente vascularizada, por lo cual diversos agentes
patógenos provocan daños que originan hiperemia (aumento del caudal sanguíneo
del tejido), edema (depósito de líquido proveniente del plasma en órganos y
cavidades) y epistaxis (hemorragias).
La epistaxis
se visualiza como salida de sangre por los orificios nasales. Algunas de las
causas más frecuentes son los traumatismos, las úlceras de la mucosa,
inflamaciones agudas de la cavidad nasal (rinitis), pólipos y neoplasias. Es
crucial establecer el origen de dicha hemorragia, ya no es el mismo cuadro
clínico si la misma proviene de la región de la cavidad nasal, de las bolsas
guturales (estructuras presentes únicamente en los equinos) o de los pulmones;
en este último caso es grave la epistaxis causada por tromboembolia de la vena
cava, enfermedad que tiene
su origen en la cavidad torácica o abdominal y que frecuentemente lleva a la muerte
por lo agudo del cuadro.
Las enfermedades locales de la cavidad nasal son relativamente
sencillas de tratar; usualmente se espera a que las lesiones por traumatismos
leves cicatricen, lo que detendrá el sangrado; las neoplasias (tumores) o
pólipos deberán extirparse. Estos últimos se producen por la acción de un
hongo, llamado Rhinosporidium seeberi, el cual afecta primariamente a los
caballos pero se transmite a los seres humanos. Cuando la epistaxis es de
origen pulmonar el tratamiento deberá dirigirse hacia la causa primaria de la
misma.
Rinitis
Se denomina
rinitis a la inflamación de la cavidad nasal; puede ocurrir sola o asociada a
la inflamación de los senos paranasales. La mayoría de los irritantes ingresan
por vía aerógena, pero también pueden tener un origen hematógeno y ser la
extensión de un proceso primario localizado en otro órgano o tejido.
Las
principales enfermedades que cursan
con rinitis son de origen vírico; algunos ejemplos de ello son la influenza
(virus de la gripe), los herpesvirus donde el más importante es el de la
rinotraqueítis infecciosa bovina, y el virus del moquillo o Distemper canino,
del género Morbillivirus. Las bacterias piógenas, es decir productoras de pus,
pueden asociarse a la infección viral, causando un exudado supurativo; otras
pueden producir inflamación por sí solas, como Bordetella bronchiseptica,
Pasteurella multocida y los Streptococcus, frecuentes en todas las especies
incluido el hombre.
También los hongos como Aspergillus fumigatus y Cryptococcus neoformans pueden
causar rinitis en perros y gatos, y el ya mencionado Rhinosporidium seeberi de
los equinos y humanos; como causas parasitarias se conoce en ovinos la acción
traumática de las larvas del parásito Oestrus ovis.
Las rinitis
se clasifican de acuerdo a su curso en agudas y crónicas. De acuerdo al exudado
pueden a la vez dividirse en serosas, catarrales, purulentas,
ulcerativas,pseudomembranosas, hemorrágicas y granulomatosas.
Las rinitis
agudas se inician con la presencia de un exudado seroso, inicialmente
traslúcido y líquido, pero que en el curso del proceso se puede tornar catarral
o mucoso y luego purulento, siendo este último más espeso y verdoso. La mucosa
que reviste la cavidad nasal se presenta edematizada, rojiza y
microscópicamente se evidencia pérdida de cilios, hiperactividad de células
caliciformes y exudado seromucoso con leucocitos y células epiteliales. Si el
proceso continúa, se agrava la hiperemia, con exudado purulento por migración
de leucocitos, hay erosión e hiperplasia regenerativa del epitelio, lo cual
puede originar crecimientos que entorpecen el ingreso del aire y disminuyen por
ende la capacidad respiratoria del individuo.
En las
rinitis crónicas se desarrollan pólipos localizados o difusos, que primero son
sésiles y luego pedunculados. La lesión
progresa con fibrosis progresiva, atrofia de glándulas y metaplasia focal
escamosa del epitelio nasal, observándose este último seco y opaco. Las rinitis
pseudomembranosas están principalmente representadas por la salida de un moco
rico en fibrina, pero no dan lesiones permanentes; en cambio las
fibrino-necróticas también poseen fibrina como principal componente, pero son
profundas y dejan una superficie ulcerada y sangrante; estas son causadas por
una bacteria muy común en el ambiente
y marcadamente agresiva, llamada Fusobacterium necrophorum.
Las rinitis
pueden dejar graves secuelas. La aspiración de exudado nasal puede producir
bronconeumonía; asimismo el proceso puede extenderse a los senos y causar
sinusitis, las cuales son más difíciles de curar por la escasa llegada de los
antibióticos a estas estructuras.
SINUSITIS
Es la
inflamación de los senos paranasales. Generalmente está asociada con rinitis,
por lo que prácticamente son las mismas causas citadas previamente las
responsables de ambas enfermedades. Las
lesiones microscópicas también son similares a las observadas en los cuadros de
rinitis. La acumulación de secreción seromucosa se denomina mucocele, cuando
predomina un exudado purulento se conoce con el nombre de empiema sinusal. Este
último es grave por la proximidad anatómica con el encéfalo y porque no se
resuelven espontáneamente, causando atrofia epitelial y metaplasia con
distorsión de las paredes óseas. El tratamiento con antibióticos usualmente
debe extenderse por largos períodos de tiempo
para lograr la curación completa.
BOLSAS
GUTURALES
En la
porción dorsal de la faringe del equino se localizan las bolsas guturales, que
son divertículos de las trompas de Eustaquio. Estas estructuras, específicas de
esta especie, no tienen una función del todo clara, pero son susceptibles a
sufrir diversas enfermedades que en
general son graves, principalmente debido a que están muy cerca de la arteria
carótida, nervios craneales, oído medio y encéfalo.
Timpanismo
de las Bolsas Guturales.
El
timpanismo es la acumulación de aire en una cavidad, en este caso en las bolsas
guturales; ocurre principalmente en potros debido a que el gas queda atrapado
sin poder salir de la cavidad por la acción de válvula del orificio
nasofaríngeo de la trompa de Eustaquio. Es grave y de resolución quirúrgica.
Inflamación
de las Bolsas Guturales: Guturitis.
Varios
agente patógenos procedentes del tracto respiratorio pueden ser causa de
inflamación supurativa (bacterias piógenas) y fibrinosa (hongos). Estos
procesos son de pronóstico grave por la proximidad con las estructuras
anatómicas mencionadas con anterioridad. El tratamiento se basa en una
combinación de métodos quirúrgicos (punción y drenaje) y quimioterapia con
antibióticos y antifúngicos en altas dosis y suministrados por largos períodos
de tiempo.
LARINGE
Osificación
de la laringe.
Ocurre como
metaplasia de los cartílagos laríngeos en los individuos de edad avanzada. No
tiene tratamiento, y su principal consecuencia es la reducción de la capacidad
inspiratoria y por ende de la funcionalidad pulmonar.
Hemiplejía
laríngea.
Se conoce
con el nombre de hemiplejia a la parálisis unilateral de un nervio, que genera
en consecuencia la ausencia
de inervación de una región tisular dada, con atrofia y pérdida de
funcionalidad.
La
hemiplejía laríngea es una enfermedad de
presentación frecuente en el equino y da origen a un signo característico de
ronquido, pues se obstruye el flujo del aire por disminución de la luz
laríngea. Esto ocurre por un daño específico en la rama izquierda del nervio
laríngeo recurrente que inerva el músculo cricoaritenoideo dorsal del lado
izquierdo.
Macroscópicamente
el músculo afectado se atrofia y se observa pálido, y microscópicamente hay una
desmielinización del nervio afectado. La etiología se describe como
multifactorial y se consideran como posibles causas la extensión de infecciones
de las bolsas guturales, intoxicaciones por insecticidas y micotoxinas. El
tratamiento es quirúrgico.
Hemorragia y
edema de laringe.
A menudo se
presentan hemorragias como consecuencia de enfermedades septicémicas que se localizan en la región
dorsal de la epiglotis provocadas por virus (Peste Porcina Clásica), bacterias
(Salmonella, Clostridium y Pasteurella) y neoplasias. El cáncer de
laringe es particularmente frecuente en las personas fumadoras y su pronóstico
es grave.
El edema
puede desarrollarse a causa de traumatismos locales o como parte de infecciones
respiratorias y alérgicas. Al análisis macroscópico se observa una laringe
engrosada, edematosa, a veces con líquido sanguinolento.
Laringitis
Es frecuente
en las enfermedades
inflamatorias generalizadas que abarcan a todas las vías aéreas altas, pero
también puede presentarse aislada, sin involucrar el resto de los órganos.
Puede ser
aguda o crónica y de tipo catarral, supurativo, fibrinoso, ulcerativo o
necrótico. Un tipo frecuente en terneros y cerdos es la laringitis necrótica
que ocurre como parte de la necrobacilosis bucal o diftérica, causada por el
Fusobacterium necrophorum. Es grave y el tratamiento con antibióticos
generalmente no es suficiente para restablecer la funcionalidad completa del
órgano.
TRAQUEA
Hemorragia.
Las
hemorragias que se observan en la tráquea son de diversos tamaños; se conocen
con el nombre de petequias a las que presentan un diámetro máximo de 1 cm y son
puntiformes; en cambio las equimosis son de un tamaño superior y se observan
como manchas irregulares. Las hemorragias traqueales ocurren en enfermedades infecciosas agudas causadas por bacterias como
Bacillus anthracis (agente causal del ántrax o carbunco, enfermedad que afecta a todos los mamíferos inclusive el
ser humano), Pasteurellas y en los trastornos de la coagulación de la sangre
como en el envenenamiento por tricloroetileno y por el trébol dulce (Mellilotus
alba, usado para la alimentación
de los bovinos; también es tóxico para las personas).
Inflamación
de la Tráquea: Traqueítis.
Generalmente
las traqueítis se asocian con bronquitis. Las causas están relacionadas con
virus (Herpesvirus y Parainfluenza de cualquier especie, incluyendo al hombre y
Adenovirus en caninos), bacterias, parásitos (Capillaria aerophila de caninos y
zorros).
Las lesiones
macroscópicas se corresponden con una inflamación catarral, purulenta o
necrótica de acuerdo a la severidad del agente. Los ganglios linfáticos
regionales se encuentran agrandados y enrojecidos. El tratamiento con
antibióticos suele ser efectivo, porque inicialmente el agente puede ser viral
pero invariablemente existirá contaminación
bacteriana secundaria. En caso de que esto último no ocurra, no será necesario
ningún tratamiento y la enfermedad remitirá en
un par de días.
Bronquios
Son varias
las enfermedades que afectan
a los bronquios, y usualmente ocurrirá extensión del proceso (cuando es de tipo
inflamatorio) al tejido pulmonar.
Broncoestenosis.
Es un
estrechamiento del lumen bronquial, debido a la acumulación de exudado,
parásitos, alteraciones en la pared bronquial (engrosamiento) y a la presencia
de estructuras que generen compresión peribronquial (tumores, abscesos,
exudados pleurales, etc). Es una característica común en las enfermedades que cursan con asma. Independientemente de la
causa originan una disminución en la capacidad inspiratoria, con caída de la
función pulmonar que incluso puede llegar a la apnea (ausencia
de respiración, incompatible con la vida). El tratamiento va dirigido a la
causa primaria, y el éxito dependerá de la naturaleza de la misma.
Bronquiectasia.
Se denomina
así a la dilatación de los bronquios. Generalmente es un proceso localizado en
una región del pulmón, usualmente en la porción cráneo-ventral del pulmón de
individuos afectados por especies de Micoplasmas, infecciones bacterianas
secundarias y por la infestación con distintas especies de parásitos del género
Dyctiocaulus.
Para que se
produzca son necesarias la acumulación de exudado en la luz y el debilitamiento
de las paredes del bronquio; se produce la atelectasia del parénquima alveolar
dependiente de la vía aérea afectada, es decir el colapso de los alvéolos de
dicha zona, con ausencia
total de aire y función respiratoria.
Las regiones
alveolares contiguas a las áreas atelectásicas suelen expandirse en exceso como
compensación a la falta de aire en las primeras; este proceso de conoce con el
nombre de “Enfisema o Insuflación Vicariante”, y suele resolver quitada la
causa. Es distinto el cuadro al del Enfisema pulmonar, enfermedad que tiene un componente importante en el
debilitamiento de la pared alveolar por otras causas. Es común la aparición de
bronquiectasia en áreas contiguas a las afectadas por bronconeumonía.
Macroscópicamente
los pulmones con bronquiectasia presentan bronquios irregularmente dilatados,
con exudado purulento de color amarillo verdoso. El parénquima adyacente está
atelectásico y a veces fibroso.
Microscópicamente,
la luz contiene mucus, detritus, células inflamatorias y sangre; las paredes
bronquiales están infiltradas por células. Dependiendo de la severidad y
cronicidad, se aprecian diversos grados de reparación de la pared por tejido de
granulación. El curso es crónico y tiene un pronóstico grave.
Bronquitis.
Las enfermedades inflamatorias de los bronquios suelen tener
pocas repercusiones en pulmón; no así las inflamaciones de bronquiolos, que son
causa de neumonía. Las lesiones no sólo afectan la mucosa del bronquio
(endobronquitis) sino también a su capa adventicia (peribronquitis); ésta
última es frecuente y ocurre cuando hay neumonía.
Los
bronquios mayores se sitúan fuera de los lobulillos pulmonares. El epitelio es
pseudoestratificado y está provisto de células ciliadas y secretoras. El tejido
conjuntivo peribronquial es maduro y relativamente abundante. La luz es grande
como para permanecer abierta aún en presencia de un exudado abundante, el cual
puede ser eliminado por el reflejo de la tos.
En
contraste, los bronquiolos están incluidos en el lobulillo. El epitelio es
simple, existen escasas células secretoras, las paredes son delgadas, la luz es
fácilmente ocluida por el exudado y la tos no es efectiva para eliminarlo.
Las causas
suelen ser las mismas que causan enfermedades de las vías
aéreas superiores o bronconeumonías. Se producen por agentes físicos, químicos,
bacterias, virus y parásitos. La vía de llegada de los agentes es aerógena,
pero puede ser también por vía ascendente (bronquial), como en el caso de
neumonías parasitarias o en las inflamaciones granulomatosas (tuberculosis).
Las
bronquitis se caracterizan por abundante exudado mucoso, producto de la
secreción de células caliciformes de la mucosa. Los tipos de exudados más
comunes son: catarral, purulento, fibrinoso y fibrinopurulento. De acuerdo con
el curso se pueden clasificar en agudas y crónicas.
La
bronquitis catarral es el tipo agudo más simple; se caracteriza por
enrojecimiento leve de la mucosa y abundante exudado. Existe un gran secreción
producida por células caliciformes y glándulas seromucosas y una gran cantidad
de vasos capilares dilatados con sangre, acompañada por un infiltrado
leucocitario.
La
bronquitis purulenta es causada por infección con bacterias piógenas, presenta
un exudado amarillento característico, viscoso o mucoide, con un fuerte
infiltrado de neutrófilos en la luz del órgano. Si esta inflamación persiste
puede dar formas ulcerativas o pseudomembranosas.
La
bronquitis ulcerativa se presenta cuando se destruyen grandes áreas de epitelio
incluyendo la lesión de
la membrana basal. Suele ser la extensión de una bronquitis purulenta
prolongada.
La
bronquitis fibrinosa o fibrino-necrótica es una forma rara de bronquitis aguda;
se presenta con una membrana gruesa amarilla, pero firmemente adherida en
algunos puntos; suelen involucrar también a la laringe, tráquea y porciones
cráneo-ventrales de los pulmones.
Las
bronquitis crónicas son causadas por bacterias y parásitos. La del tipo
catarral o mucopurulenta es importante y es causa de tos crónica. Las lesiones
son un exceso de secreción mucopurulenta en el árbol traqueo-bronquial. Este
acúmulo varía desde un fluido turbio viscoso, hasta un exudado blanquecino o
verde amarronado. El exudado puede hacerse espumoso y ocupar toda la luz. La
mucosa está engrosada, a menudo hiperémica. Al microscopio se observa
engrosamiento y plegamiento de la mucosa por los aumentos en número y tamaño de
las glándulas mucosas y la infiltración con células inflamatorias. El epitelio
presenta hiperplasia de células caliciformes, úlceras y metaplasia escamosa.
En casos
avanzados se pueden observar a simple vista focos pálidos que representan
nódulos linfoides, o también proyecciones polipoides de la mucosa.
En
bronquitis crónicas severas hay hipertrofia del músculo liso de ramas de la
arteria pulmonar, esto causa hipertensión pulmonar que demanda mayor fuerza de
contracción del corazón; es causa de enfermedades cardíacas
secundarias como hipertrofia ventricular derecha e insuficiencia cardíaca.
La
bronquitis supurativa crónica es una secuela frecuente de la bronconeumonía, y
casi siempre va asociada a bronquiectasia. Si el proceso no fue supurativo
desde el inicio, cuando el curso era agudo, es común que se contamine con
bacterias piógenas y termine siendo purulento.
La
bronquiolitis fibrosante obliterante o bronquiolitis organizativa es una
respuesta específica a diversas forma de lesión de
los bronquiolos o de los alvéolos adyacentes. Se produce cuando hay necrosis
epitelial de la unión bronquiolo-alveolar y presencia de un exudado rico en
fibrina. La lesión es
una proyección polipoide del tejido de granulación que oblitera parcial o
totalmente la luz del bronquiolo.
La
inflamación de los bronquios cura sin dejar secuelas, lo que indica que aunque
el epitelio superficial esté severamente lesionado, no suelen producirse
lesiones significativas en las estructuras mas profundas de la pared. Los
pólipos son infrecuentes.
En cambio la
inflamación de bronquiolos frecuentemente ocasiona enfermedades de la región respiratoria (donde la neumonía es
la secuela más frecuente). Otras complicaciones pulmonares importantes son la
atelectasia y el enfisema.
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